¡Ay, Loschucheeees! No quiero dejar pasar el tema permitiendo que se vaya por el sumidero como si tal cosa y se pierda sin más en la noche del olvido. De ninguna manera. Aprovecho bien protegida con una importante batería de antihistamínicos,por eso de la alergia a la clase política, para hablar de “Loschuches”. Tal vez, muy pocos recuerdan el día en que Rajoy lanzó a Zapatero uno de sus más crueles reproches, pero yo no lo he podido olvidar. Le dijo: “Usted, ha subido el IVA hasta a los Loschuches”. Sí señor. Eso le dijo, con un par, y con mucho dolor. Que se podía leer hasta en su su cara, y hay caras y gestos que no engañan.
Desde aquella, los tiempos han cambiado y me temo que la sensibilidad del pobre Rajoy es ignorada y muy poco comprendida. Puede suceder que sea la timidez, nacida de la gloria repentina, lo que le impida dar explicaciones como debiera, por eso, él siempre anda en esa especie de cuerda floja del que dice y no dice, del que va pero no va, del que baja como si subiera, de lo negro como si fuera blanco, en fin, que es imposible que eso lo haga aposta; sin duda, el fogonazo del triunfo lo ha deslumbrado y por eso no acierta ni con los conceptos ni con el nombre de las cosas. A veces pienso que si en su entorno tuviera amigos, pero amigos de verdad se lo harían ver. Seguro. Probablemente, alguien la diría que se explicara más y mejor y que dejara de caracolear con las palabras. Aunque no debe de ser fácil, pues he oído por ahí, que la política es un mundo de oscuras puñaladas. Y si uno resbala, pues mira, mejor, siempre esta el “quítate tú, que ya me pongo yo”.
De todas formas, tranquilidad y controlen la alarma, que por un sitio o por otro han de llegar las noticias y si como el rumor anuncia se aplican, ya no diré recortes, no, sino ajustes, reformas, alicatados, o retechados, picando donde hay que picar y socavando donde hay que socavar, ¡Ojo!, importante detalle, picar y socavar donde hay que hacerlo, entonces sí, saldrá a comunicarlo, como siempre, La Gransoraya o mejor La Supersoraya, portavoz de campanillas donde las haya, resuelta y con la lección bien aprendida. No obstante, yo confío, presiento, e intuyo, que “Loschuches”, tan olvidados por Zapatero, quedaran libres de todo, indultados del IVA, ese impuesto que sólo nombrarlo tiene potencia para devastar una tienda entera de golosinas. Y si esto sucede, entonces será el propio Rajoy quien lo notifique y lo veremos exponer orgulloso su logro y volverá a emocionar a España entera, de la misma manera que nos emocionó en su momento cuando habló de aquella niña a la que le mostraba y hasta le prometía un mundo feliz.
Éstos políticos no respetan nada, ni siquiera «Loschuches» -que me resuena fatal eso de cambiarle el género a una de mis palabras preferidas, debe ser que por otras zonas rajonianas se denominará así- el IVA nos hará que se nos atraganten hasta esas golosinas tan, tan blandas. Septiembre está aquí mismo…¡horror!
Ce: Palabras supergenerosas, porque yo casi nunca quedo satisfecha con lo que escribo. En fin, es igual. Dedico poco tiempo al blog, salvo para meter alguna nueva entrada y leer a balasdefogueo, vidasdeprestado y a ti que eres campeona en esto. Un besazo. Pasaré a verte.